Para la propuesta planteada el entorno y el programa han jugado un papel determinante.
El edificio se ubica en una parcela situada en la parte noreste de Almaraz, en una zona de crecimiento donde predominan las viviendas unifamiliares ordenadas a lo largo del Paseo de la Constitución (antigua carretera nacional), donde se percibe un nuevo trazado urbano, de parcelas regulares, que se extiende desde el Paseo hacia el sureste,donde la edificación dominante será de pequeña escala, viviendas unifamiliares.
La propuesta asume con naturalidad este entorno y decide integrarse en él ajustando la escala de las construcciones, por eso se adopta como tipo de vivienda la casa patio adosada, de carácter más urbano que la vivienda unifamiliar aislada. Al mismo tiempo, estas casas se adosan en grupos pequeños, con un máximo de cuatro viviendas, para
controlar la escala de las piezas y ajustarse al tamaño de las manzanas ya existentes.
Para el edificio común, el planteamiento es el mismo, se propone un edificio “disgregado” en dos volúmenes desplazados entre sí para descomponer su volumen, disminuir su escala y así percibirlo como dos edificios más pequeños para ajustarse a la escala del conjunto.
El conjunto se ordena mediante dos filas de edificios, dispuestas en el sentido longitudinal de la parcela y paralelas a la calle de acceso. Con esto se consigue adaptarse a la rigurosa geometría de la parcela, integrarse en la trama urbana y conseguir una inmejorable orientación de las viviendas, todas ellas pasantes, recayendo a dos orientaciones, y donde los espacios servidos (salón, comedor y dormitorios) vuelcan hacia el mismo lado, con orientación sureste.
Esta ordenación tan sencilla como eficaz, explica toda la propuesta, porque a ella responden tanto las viviendas como el edificio común, y por supuesto, los espacios abiertos (plazas), las circulaciones peatonales y las rodadas.
